Ubisoft se ha posicionado en los últimos años como la casa de los juegos de mundo abierto, sacando en ocasiones varios en el mismo año, casi que siguiendo una misma plantilla. Pero hace unos años, Nintendo nos sorprendió lanzando The Legend of Zelda: Breath of the Wild, revolucionando aspectos de diseño de los juegos de mundo abierto y reenamorando a muchos que se habían aburrido de la fórmula de Ubisoft.
Immortals: Fenyx Rising es entonces la respuesta de Ubisoft a la pregunta de qué pasaría si un Assassin’s Creed tratara de tomar aspectos de la última entrega de mundo abierto de Zelda. ¿Lo logra?
Immortals es esencialmente un juego de mundo abierto, ubicado en una isla mítica de la mitología griega, dividida en 5 zonas principales, cada una con una ambientación propia y en la que se encuentra un aliado para lograr derrotar al villano del juego.
Las similitudes empiezan de esa manera con Breath of the Wild, ya que este juego también se podía dividir en la obtención del poder de 4 bestias, cada una con su zona de Hyrule.
Alejándonos de las listas de ‘cosas por hacer’
En una primera vez para Ubisoft, la cantidad de íconos para realizar actividades de mundo abierto no está en el mapa. Ya que esta vez tenemos que descubrir los sitios por nosotros mismos, gracias a un sistema de marcado de los puntos de interés. Lo único que el juego nos marca como tal son los objetivos de las misiones establecidas de la campaña principal del juego.
Entre las cosas que podemos encontrar explorando es mayoritariamente ítems para mejorar nuestro personaje y zonas para completar pequeños retos. Otra similitud de nuevo con Breath of the Wild y sus santuarios.
La variedad de estas zonas en el caso de Immortals no es mucha, toman mucha inspiración de Zelda, pero debido a que el juego tiene habilidades que el personaje va desbloqueando, no es siempre claro si tenemos que hacer algo por fuera de lo común para terminar el nivel. En el caso de Zelda esto se sentía más bien como un reto ya que siempre teníamos las misma herramientas, pero en el caso de Immortals, a veces hasta el juego nos advierte que no tenemos las habilidades para superar el nivel de manera completa.
¿Mejoras?
Y aquí es donde empiezan las diferencias con Zelda, ya que Fenyx es un personaje que puede mejorarse, más allá de cuánta salud y resistencia tiene. El personaje puede adquirir nuevas habilidades y movimientos que posibilitan llegar a diferentes zonas. En el caso de Link, de nuevo, solo cambiaba su cantidad de resistencia y salud, y por eso los retos eran orientados a las habilidades principales del personaje.
El tener ese progreso en el personaje de Fenyx termina siendo algo bueno, ya que propulsa a la exploración, no por aprender del mundo, sino para mejorar al personaje.
Con respecto a las herramientas y armaduras, buscar cofres y niveles de armaduras nuevas, que no proveen mayor poder, sino una característica especial que afecta la forma en que nos aproximamos a un combate. Para obtener poder es necesario obtener ingredientes en el mundo abierto para así comprar una mejora de poder general en tipos de armas o mejorar la defensa en un pedazo de armadura, lo que aplica para todos los de este tipo. Por ejemplo, si se compra la mejora de cascos, todos los cascos dan mayor defensa.
Esta manera de mejora da la ventaja de tener todo nuestro arsenal a disposición sin necesidad de pasar tiempo adicional para mejorar armaduras o armas que vayamos obteniendo. El problema es que para algunos, puede que el combate o la navegación del mapa no sean entretenidos sino hasta que mejoremos bastante a nuestro personaje.
Debido a esto, el sentimiento de exploración que fue clave en Zelda, acá cae a un segundo plano por la necesidad de mejorar a nuestro personaje y a veces hasta terminamos extrañando todos los iconos desbloqueados de inicio como en los Assassin’s Creed.
Y, ¿de qué trata Fenyx Rising a todas estas?
La historia de Immortals es sencilla e introduce al jugador de manera bastante rápida, Fenyx, nuestro protagonista, es un soldado raso que por casualidades de la vida sobrevive a una maldición que petrifica a todos los humanos de la isla, por lo que debemos explorar en busca de una cura.
Fenyx puede ser personalizado, cambiándole el género y demás características físicas para hacer nuestro propio héroe, incluso por defecto y en la portada del juego nos pintan a Fenyx como una mujer en busca de salir de la sombra de su hermano, quien es un soldado griego consolidado.
Al llegar a la isla, nos damos cuenta que Typhon ha sido liberado y ha logrado capturar la esencia de 4 dioses principales del Olimpo, y con eso ha tomado posesión de la Isla Dorada. A continuación el juego es narrado por Prometeo hablando con Zeus, de una manera en la que Prometeo va contando el surgimiento de esta nueva heroína que ayudará a Zeus a derrotar a Typhon.
Este recurso narrativo le da la libertad de hacer aparecer cosas de la nada debido a que Zeus se aburre de la historia de Prometeo y esto se ve al principio de la historia, aunque al ser un juego de mundo abierto, mucha de esa narración queda relegada mientras nos vamos de cacería por un par de frutas para mejorar nuestro indicador de resistencia.
Te voy a contar una historia… ¿o un chiste?
La narración de Prometeo y su diálogo con Zeus intenta llegar a un humor característico de serie infantil de sábado en la mañana, por lo que puede ser muy divertido para algunos jugadores o ser una molestia. Eso sí, trata de darle personalidad al mundo para salirse de comparaciones contra otros juegos que abordan la mitología griega de manera mucha más seria.
Immortals: Fenyx Rising no abandona la idea de la imperfección de los dioses griegos, en los que vemos que muchas de las cosas que pasan, en realidad son culpa de un descuido de Zeus o de algún dios, más que un plan maestro del villano. Todo de nuevo maquillado por el humor en las narraciones.
El desarrollo del juego, tomando de nuevo similitudes con Zelda, se basa en explorar 4 zonas del mapa, en la que en cada una está un dios que prestará su poder para poder derrotar a Typhon, siendo el orden en el que se explora cada zona a libertad del jugador, incluso significando que si nos aburrimos de una zona podemos pasar a la siguiente para tener un nuevo aire antes de volver.
Viejos vicios no escapan
Lastimosamente, y cayendo en un vicio viejo de Ubisoft, las misiones que llevan al dios de cada zona caen en los peores clichés de los juegos de mundo abierto, siendo misiones de obtener ítems recorriendo la parte de la isla, o de completar cierta cantidad de las secciones que en principio son opcionales, para avanzar en el juego.
Y es algo malo, por que hace crecer la sombra sobre la cual se posiciona el juego es la gran similitud que tiene con Zelda, cuando Breath of the Wild tiene un mundo mucho más desarrollado para ser explorado, que nunca deja de ser opcional, pero siempre invitando a ser casi obligatorio por lo bueno que es. En cambio Immortals a veces hace sentir que la Isla es un obstáculo para continuar la historia, lo que ocasiona que la narrativa pueda verse pausada en momentos buenos cuando debemos ir a buscar alguna manzana para continuar con la misión.
De hecho hasta el juego a veces se burla de estas situaciones en su diálogo.
¿Y la nueva generación de consolas?
Tuvimos la suerte de poder continuar probando este juego gracias a que la mejora a la nueva generación de consolas es gratis dentro de la misma familia, es decir, si compras la versión de PS4 tienes acceso gratuito a la versión de PS5, de igual forma si obtienes la versión de Xbox One y migras a Xbox Series.
El juego tiene mejoras gráficas principalmente en las nuevas consolas y tiene a disposición un modo en el que el performance del juego es beneficiado, teniendo mayor framerate en este modo.
También es de destacar que Immortals hace parte de una nueva iniciativa de Ubisoft con la que podemos subir un archivo de guardado a la nube y podemos descargar este archivo en otras versiones del juego, posibilitando por ejemplo poder empezar a jugar esto en PC y poder seguir en la Switch si salimos de casa.
Para poder pasar de PS4 a PS5 sin perder progreso de hecho tuve que probar esta característica. Cabe destacar que para obtener este beneficio es necesario tener una cuenta (gratuita) en Ubisoft Connect y tenerla vinculada a la consola.
Un punto negativo es que no hace nada especial con el control Dualsense háptico, de PS5, lo que después de jugar otros juegos nativos de la consola, molesta que ni vibre diferente, o en ocasiones ni lo haga.
Veredicto
Immortals: Fenyx Rising es una grata sorpresa que rompe parte del molde de Ubisoft, aunque debido a sus similitudes, no puede escaparse de ser resumido en qué pasaría si Assassin’s Creed y Breath of the Wild tuvieran una hija griega llamada Fenyx.
Como una buena hija, es un juego que cambia cosas de Zelda y tiene unas mejoras importantes sobre la jugabilidad, que uno de verdad quisiera que la próxima entrega de Zelda implementara, pero debido a que no termina de alejarse de los mapas de Assassin’s Creed, no se aleja lo suficiente para hacer un mundo que invite a ser explorado por lo interesante del mismo.
Ojalá Ubisoft aprenda sobre las cosas que tomaron que de verdad sirven y de seguir recortando grasa heredada de los otros juegos de mundo abierto, para que le den a Fenyx otra chance y se consolide como un gran juego de mundo abierto que atraiga a la audiencia que se aburrió de los Assassin’s Creed y Watch Dogs del mercado.
Estaremos pendientes del futuro de Immortals: Fenyx Rising, por ahora es una gran alternativa que puede satisfacer a fanáticos de Zelda hasta que salga su próxima entrega.
Ficha Técnica
Fecha de Lanzamiento: Diciembre 3 del 2020
Estudio: Ubisoft
Disponible en: PS4, PS5 (ambos usados en la reseña), Switch, Xbox One, Xbox Series, Google Stadia, Amazon Luna, PC
Género: Mundo Abierto
Nota: 8/10
¡Gracias por leer!
@Darknil
