A dos semanas del lanzamiento de Black Panther, las noticias sobre la película siguen inundando los medios, algo que sin duda para Marvel es la confirmación del éxito de esta producción en la que tomaron unos riesgos bastante altos. Sin embargo, en mi timeline de Twitter, Facebook y en mi feed de noticias Geeks, 9 de cada 10 noticias que veo sobre la película desvían toda su atención hacia el recaudo de taquilla que ha logrado, una cifra que por más impresionante que sea ha sido toda una distracción sobre el valor real que Black Panther tiene, no solo para el universo cinematográfico de Marvel, si no para toda la industria del cine en general.
Hace un par de años, Deadpool fue la muestra de que se pueden hacer películas Rated R, teniendo como protagonista a un personaje que no es tan popular, recaudando $783 millones de dólares a nivel mundial y luego, el año pasado Logan fue la confirmación de que las películas de «súper héroes» pueden ser también pequeñas obras de arte, con temas mucho más adultos y un tratamiento que va mucho más allá del spandex, el uso exagerado de CGI y que pueden incluso obtener una nominación al Oscar (por su adaptación del guión), llegando a recaudar $616 millones de dólares en taquilla mundialmente.
Black Panther, siendo obviamente una película con el tratamiento Marvel/Disney, hecha para que todos en la familia puedan disfrutarla, ha destrozado varios récords de taquilla y, en el momento de escribir esto, su recaudo ya había superado los $763 millones de dólares, rompiendo varios récords y todavía con al menos unas 4 semanas más en las salas de cine. Esto ha llevado a un sinnúmero de artículos en los que todo su análisis ha sido el recaudo y llegando a hacer «cifras estimadas» en las que la ven como una posible contendiente para superar a Star Wars: The Force Awakens, Titanic y Avatar, respectivamente las tres películas más taquilleras (sin ajuste a la inflación) de todos los tiempos. Si es así, fantástico, eso solo podría darle más razones a Marvel para apostar fuertemente a este tipo de producciones, pero los méritos de Black Panther van mucho más allá de esto.
Lo primero y para mi lo más importante, es la consolidación de Ryan Coogler como uno de los mejores directores de la actualidad y que a pesar de su corto prontuario cinematográfico, es ya una figura importante en el grupo de directores negros de Hollywood. Su película Fruitvale Station es capaz de dejar al público con el corazón en la mano y Creed, su primera gran producción, logró un importante recibimiento por parte de la crítica, sin embargo, es ahora con Black Panther que Coogler sienta un enorme precedente en cuanto al manejo de temáticas sensibles y que requieren que su visión y puesta en escena lleven la firma de quien o quienes lo hayan vivido. Sin ser Black Panther una película con un fuerte mensaje social (no era su labor), si nos deja en el tintero un tema de discriminación racial y nos recuerda que sin importar nuestra raza, sexo, color, credo, creencias y/o religión, el ser humano se originó en África y desde allí conquistó el resto de la tierra -¿posiblemente fue el vibranium el origen de nuestra ventaja como especie?- y que una nación como Wakanda prefiera pasar desapercibida ante el resto del mundo, como una forma de protección a sus creencias, su historia, tradición y, puntualmente en este caso, de su desarrollo tecnológico, para evitar que caiga en malas manos y se convierta en armas que podrían poner en riesgo el planeta entero.
¿El mejor Villano del MCU?
Siguiendo con su relación director/actor, otro tema muy importante que se ha quedado por fuera de la mayoría de los medios, ha sido el papel de Michael B. Jordan el segundo actor al que Marvel ha logrado redimir luego de interpretar a un infame Jhonny Storm en alguna adaptación de Fantastic Four (lo mismo le sucedió a Chris Evans, quien ahora es el Capitán América). Jordan logra, por fin, interpretar un villano con todas las de ley en su papel de Erik Killmonger, clásico archi-enemigo de Black Panther en los cómics y ahora, con un pequeño giro en su historia, primo hermano del Rey T’Challa. Su motivación es la misma que la de muchos villanos en el cine, la venganza, pero Killmonger no lo hace a la fuerza, ni irrumpe violentamente en la historia, todo lo logra con paciencia, inteligencia y solo recurre a la fuerza bruta cuando su camino se lo exige; él sabe que el manto del Black Panther también le pertenece por derecho propio y solo asesina a dos personas en su camino para lograrlo, a Ulisses Klaue (Andy Serkis) y Zuri (Forest Whitaker).
El final de la película era más que obvio, T’Challa sigue y seguirá siendo el Black Panther del MCU (si no, no saldría interpretándolo en los tráilers de Infinity War), pero es una lástima que no hubiesen pensado en darle un giro al fin de Killmonger y definitivamente ya no lo veamos más adelante.
Larga vida a la princesa Shuri
Generalmente, toda historia de reyes y príncipes viene acompañada de una «princesa» y sí, está entre comillas porque finalmente una princesa de Disney (sí, lo es) no se comporta como generalmente suelen hacerlo y esta vez han logrado darle una imponente fuerza a Shuri (Letitia Wright), hermana del Rey T’Challa. Sin dejar de ser femenina e interpretada por una mujer hermosa, Shuri es fiel a su origen del cómic y aunque injustamente no lo mencionan en la película, es una de las personas más inteligentes del planeta, equiparándose con personajes como Reed Richards de los Fantastic 4 (¿Teller o Gruffudd?) e incluso superando a Tony Stark. En Black Panther, Shuri es un símil al Q de James Bond, construyendo y presentándole los artilugios tecnológicos que harán más fácil su labor de campo, pero no se limita solamente a estar encerrada en su cuartel fabricando gadgets y en el momento en que se requiere, es capaz de pelear hombro a hombro junto con su hermano, dándole la talla a las mujeres guerreras de su clan.
No es muy claro al final, si el invento de Shuri en el que utilizando ondas ultrasónicas logra estabilizar el vibranium para su transporte y, como lo vimos al final, capaz de desaparecer el traje del Black Panther, pueda ser utilizado como una debilidad más adelante, pero es muy probable que esto solo suceda con estas versiones de trajes que se ocultan en esos collares.
Mujeres de verdad
Sin desconocer que en el MCU hay un gran número de mujeres que rompen los estereotipos, nunca se había visto en él un gran número de ellas que podrían patear el trasero de cualquier hombre y esto queda claro en varios momentos de la película, desde que N’Jobu pide abrir la puerta de su apartamento al saber que hay dos de ellas en la puerta y sabe que entrarán de cualquier modo o cuando Shuri decide bromear sobre enfrentar a su hermano por el manto del Black Panther ya que quienes están presentes saben que podría darle una muy buena pelea.
Tanto Nakia (Lupita Nyong’o) como Okoye (Danai Gurira) no solo están ahí como el interés romántico del Rey T’Challa y su protectora, son los pilares de todo su reino, sus defensoras y quienes con orgullo darían la vida para proteger a su país, sacrificando todo, de ser necesario. Es muy difícil ver en cine a una mujer anteponer sus principios y creencias por encima del amor de su vida, pero ese momento en el que Okoye es leal a su rey y le hace saber a W’Kabi (Daniel Kaluuya) que de ser necesario no dudaría en matarlo si se enfrentan, es, tal vez, el punto más alto para el feminismo de todo el MCU. Va a ser todo un placer ver de nuevo a todo el ejército de mujeres luchando en Infinity War y ahora con el anuncio del adelanto de su fecha de estreno esto será mucho más pronto.
Antagonistas que se roban el show
Seguramente, sin que haya sido premeditado por parte de Marvel y realmente sin mucho tiempo en pantalla, M’Baku (Winston Duke) logra robarse el show. Esos 2 o 3 segundos en que se ríe de ver las tonterías que hablan T’Challa y su familia para recuperar el trono y al final, su no tan sorpresiva participación en la batalla contra los hombres fieles al Rey Killmonger, lograron ganarse al público y generar todo un hype alrededor del personaje, al que esperamos ver también de nuevo en Infinity War. Es justo también para M’Baku ese pequeño giro que le dieron al personaje del cómic, ya que su título de Man-Ape (Hombre-Mono) podría tomarse equivocadamente en pleno 2018 y de ser así, habría generado cierta conversación errónea sobre el tema.
De aplaudir también los papeles de Andy Serkis y Lupita Nyong’o a quienes es todo un placer verlos actuar en carne y hueso y no como un personaje generado en CGI, Daniel Kaluuya se siente detestable desde el primer momento que aparece en pantalla, para luego confirmar el por qué y es curioso ver como un actor de la talla de Forest Whitaker logra adaptarse tan bien al MCU. Curiosamente, el papel de Zuri joven lo interpreta un actor llamado Denzel Whitaker, pero no son familia.
Y finalmente, aplausos de pie para Ramonda (Angela Bassett), desde que Madge Sinclair interpretó a la Reina Aoleon en Coming to América (Un Príncipe en Nueva York [?]), no se veía una reina con tanta soberanía, elegancia y sobre todo, merecedora del enorme respeto que tiene por parte de su pueblo, al tiempo de ser capaz de sacrificar todo por protegerlo.
T’Challa o T’Cha…méh
El punto débil de la película es, curiosamente, su personaje principal. Sin compararlo y hacer un parangón con el personaje de los cómics, T’Challa no se siente suficientemente poderoso con el manto de Black Panther y, probablemente porque ha sido recientemente ascendido al trono luego de la muerte de su padre, es aún un príncipe que no entiende por completo su responsabilidad como rey.
Eso o que Chadwick Boseman no es particularmente fanático de los cómics y simplemente interpreta un papel que desconoce por completo:
Sus respuestas, comparadas con las de Michael B. Jordan nos pueden dar una idea de por qué Killmonger fluye naturalmente en la película, mientras que T’Challa se siente telegrafiado y con diálogos forzados.
Cine de opinión, pero divertido
La primera escena post-créditos genera unos cambios en el MCU que preparan un poco a la humanidad para lo que sucederá en Infinity War. El Rey T’Challa habla ante las Naciones Unidas y ofrece los hasta ahora recursos secretos de Wakanda, con el fin de ayudar a la humanidad, pero, como se vio un poco antes, hay que recordar que quienes viven en ese MCU ya han visto y vivido los «eventos» en Nueva York, Londres, Sur África y Sokovia, además que ya saben que no están solos en el universo, que los dioses nórdicos no eran solo una invención de los vikingos y que viven en un riesgo constante de ser destruidos, razón por la que para un grupo de niños en Oakland, California, la presencia de una nave wakandiana es algo tan común que puede compararse con ver un Lamborghini parqueado en la cancha del barrio.
Es clarísimo que Black Panther apela completamente al «Black Power» y nos recuerda en ciertos momento al movimiento civil #BlackLivesMatter, pero sin entrar en discusiones profundas o discursos innecesarios que la harían redundante y obviamente blanco de ataque por parte de quienes en pleno siglo XXI aún no soportan y no entienden que abrir espacios a otras culturas, religiones y en este caso en particular, a héroes de una raza diferente a la ya predominante blanca, enriquece este tipo de universos, logrando atraer públicos que sin importar qué tan amplio sea su conocimiento sobre los súper héroes o los cómics, puedan sentirse identificados en la pantalla, asistiendo así masivamente a las salas de cine con sus amigos y familiares, lo que al final se traduce en el increíble recaudo de taquilla que ha logrado Black Panther.
Es por esta razón, que la verdadera conversación que se debería estar dando sobre Black Panther no son las cifras, si no todas las razones que hay detrás de ellas para haber logrado el éxito que ha tenido.
Nombre: Black Panther
Género: Acción, Aventura, Sci-Fi
Director: Ryan Coogler
Escritores: Ryan Coogler, Joe Robert Cole, basada en los cómics publicados por Stan Lee y Jack Kirby
Protagonistas: Chadwick Boseman, Michael B. Jordan, Lupita Nyong’o, Danai Gurira, Martin Freeman, Daniel Kaluuya, Letitia Wright, Winston Duke, Angela Basset, Forest Whitaker, Andy Serkis
Calificación : 8/10
¡Gracias por leer!
Consideraciones cortas:
- En los cómics, es Shuri quien finalmente lleva el manto del White Wolf, pero para poder conectar los eventos de Civil War con Black Panther, al parecer será Bucky Barns (The Winter Soldier), quien será llamado así de ahora en adelante.
- Sería curioso y todo un fan-service que en el caso de que el Agente Ross (Martin Freeman) y Doctor Strange (Benedict Cumberbatch) se encontraran, Ross le preguntara «¿nos conocemos de algún lado?» y Strange le contestara «¡tal vez en otro universo!».
- ¡Qué bellísima mujer es Lupita Nyong’o!
- Black Panther perfectamente podría ser una película completamente aislada del resto del MCU, a excepción claro está de algunos easter eggs y las dos escenas post-créditos, pero podría funcionar perfectamente sin estar conectada.
- No es claro para mi por qué cuando se arma la revolución en Wakanda, una nave se dirige al laboratorio de Shuri a darle bala a las ventanas, si en teoría Killmonger no tiene ni idea que Ross está allí y así lo supiera, tampoco gana nada con asesinarlo.
- Otro fan-service que nos encantaría, sería ver a Shuri y a Rocket Raccoon juntos burlándose de la primitiva tecnología de Tony Stark.
- No nos gusta ver mujeres peleando entre sí, pero esa pelea cazada que hay entre Okoye y Black Widow sería para hacer crispetas y alquilar balcón.