Estamos en un año que nos ha dado una cantidad de juegos memorables, ya sea Horizon Zero Dawn con su gran jugabilidad e historia, Nier: Automata con sus diversos modos de juego, sus diferentes finales y su melancólica y profunda evaluación de la humanidad a través de la aventura de los androides, o Legend of Zelda: Breath of the Wild que volvió de nuevo a probar por qué Nintendo es el maestro de la reinvención, redefiniendo la forma de crear juegos de mundo abierto y justo cuando creías que la temporada se había acabado y que solamente quedaba Destiny 2 para pasar la espera hasta que lleguen más juegos interesantes, aparece de la nada Hellblade: Senua’s Sacriface.
Hellblade es un juego corto pero sustancioso, las aproximadamente 8 a 10 horas que te brinda el juego, justifican su modesto precio, llevándote por el tormento de Senua quien afectada por una enfermedad mental lucha por aferrarse a la realidad mientras lleva a cabo su misión en el descenso a Helheim (el infierno de la mitología nórdica) para salvar a su amado Dillion.
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Una historia llena de giros
Senua es la última de su clan, quien al inicio del juego se encontraba ausente por un tiempo mientras trataba de batallar con sus demonios y durante esta ausencia, su villa fue sido masacrada por saqueadores, hombres del norte, en un sacrificio ritual para apaciguar a los dioses de estos. Senua se aferra a la idea de que el alma de su amado ha caído prisionero de la diosa nórdica Hela y de esta forma se embarca a tratar de recuperarla, mientras las voces en su cabeza a veces la ayudan y otras veces tratan de destruirla y de oprimirla en la dura aventura a la que se lanza.
Durante nuestra aventura con Senua, nos damos cuenta de que la narración no es confiable, sabemos ligeramente que Senua esta enferma de psicosis, así que es duro distinguir entre los elementos fantásticos y los reales dentro de el mismo juego, por lo que constantemente nos encontramos con la noción de que no podemos confiar en lo que nuestros ojos ven a través de los Senua y que las voces que constantemente nos hablan susurran para ayudarnos o sabotearnos.
La oscuridad es un tema recurrente en Hellblade, inicialmente propuesta al jugador como una maldición, la oscuridad no es más que una forma de representar la psique de la protagonista, su lento descenso y lucha contra la locura, los parajes que recorre la protagonista pasan de ser hermosos y detallados a lugares desesperantes y perturbadores y la ausencia de sentido en los lugares es a veces reparada por el esfuerzo mental de enfocarse, la percepción del entorno es vital para sobrevivir en Hellblade, así nada de lo que veas sea totalmente confiable.
La aventura de parajes nórdicos nos lleva dentro de desolados paisajes, donde los únicos enemigos que nos encontramos son hombres con vestimentas tribales y shamanicas. ¿Los hombres del norte tal vez? Y el hecho de que estas etéreas presencias estén frente a nosotros y de un momento a otro desaparezcan, te hace dudar si realmente estamos saldando la venganza de Senua o solamente combatiendo con productos de su imaginación.
Un amigo de Senua, Druth nos cuenta historias de la mitología de los hombres del norte, mientras nos ayuda a mantenernos enfocados y a no escuchar demasiado las voces que no desean que progresemos, Senua esta acechada constantemente por la voz de su padre, el viejo Druida de la villa, quien solía encerrar a Senua y a su madre como medio de contener la oscuridad y aplacar a los dioses. Druth es el que nos pone en camino a lidiar con Hela, indicándonos cómo debemos derrotar los primeros dos guardianes Surt y Valravn (que no son más que dos líderes de los hombres del norte), siendo este un esclavo durante años de este grupo y obligado por los saqueadores a cometer atrocidades para sobrevivir, por lo que ahora busca redimirse ayudando a Senua, al menos hasta cierto punto, pues no es claro si realmente Druth está vivo o muerto o solo es otra mas de las voces en la cabeza de la protagonista.
Al final después de recorrer los míticos parajes, después de atravesar los ríos de cuerpos y los bastiones con bestias que te acechan en la oscuridad llegamos a enfrentar a Hela y una vez mas la metáfora cobra poder, mostrando que muchas veces el enemigo más grande que tenemos somos nosotros mismos, en el caso de la oscuridad o la enfermedad es algo que te come lentamente y que en cualquier momento te puede vencer.
Jugabilidad
La Jugabilidad de Hellblade no es demasiado compleja, el sistema de combate es intuitivo (no hay tutoriales, aunque perfectamente puedes pausar sin necesitas ver la configuración de botones), con un ataque rápido, otro ataque pesado y una patada que funciona más como un empujón; también puedes evadir y bloquear, algo que sera fundamental pues hay ciertas mecánicas de «Perfect Parry» que ayudarán mucho a hacerte aperturas en la defensa de tus enemigos. Después de un tiempo tu habilidad para enfocarte y percibir la realidad diferente te dará la oportunidad de tener una ventaja temporal eventualmente y de ver enemigos cuando desaparecen de forma etérea.
Más allá del combate existen mecánicas de acertijos dentro del juego para poder seguir avanzando, ninguno muy avanzando y todos orientados a la temática de percepción y de narración no confiable que han establecido para nosotros.
La tension de la atmósfera del juego hacen que estos elementos sean más que suficiente para llevarte por esta experiencia que perfectamente es en principio narrativa y que incorpora elementos de videojuegos por que es el medio en el que ha decidido transmitirse. El ambiente lo es todo en Hellblade, muy desde el principio la maldición se ve como una oscuridad que comienza a subir por tu mano y cada vez que fallas empieza a ascender hasta tu cabeza donde amenaza matarte de manera permanente y borrar tus avances, dándole al jugador un elemento de peligro real si no te tomas en serio la aventura de Senua.
Desarrollo y los Juegos AA
Hellblade posee una sinergia perfecta que solo producciones de la más alta cinematografía alcanzan, la ambientación en Senua es un constante reflejo del estado mental de la protagonista y de su aventura y la elección de Ninja Theory con la música y las luces que manejan te sumerge de manera única en la experiencia. Aspectos muy sensibles, como todos aquellos relacionados con Salud Mental, fueron abordados de manera muy seria, tomando consulta con profesionales y hablando con pacientes que padecen las patologías que querían abordar para el diseño del juego y la psicosis de Senua.
El trabajo de Ninja Theory con Hellblade muestra que ha puesto el alma en ello y el interés de todos los que trabajaron en el proyecto, un poderoso ejemplo de ello es la historia de cómo la editora de video Melina Juergens pasó de ser temporalmente la modelo que usaban para Senua mientras encontraban una actriz profesional a ganarse el rol, teniendo que someterse a entrenamientos y un camino de aprendizaje para dar lo mejor de si para poder interpretar el papel. Varios videos han sido lanzados por la compañía documentando el proceso de desarrollo que llevaron en la creación del juego y para cualquier entusiasta esto es definitivamente algo interesante de observar.
Con todo lo grandioso en el desarrollo del juego, fácilmente podemos ver a Hellblade como candidato a juego del año, producciones de este estilo tienen mucha importancia porque devuelven a los jugadores juegos de tipo AA o Mid Tier como suele llamárseles en el medio técnico, que no demandaran 30 o más horas jugándolos, pero que son un buen matrimonio entre las ideas brillantes, novedosas y arriesgadas de los juegos Indie y la espectacularidad visual de juegos AAA de muchísima inversion. Por un precio razonable ($30 dólares), la mitad de lo que un juego regular se lanza al mercado, Hellblade: Senua’s Sacriface es un regreso a la calidad sin molestarse por la cantidad.
Fecha de Lanzamiento: Agosto 8 de 2017.
Estudio: Ninja Theory.
Disponible en: Playstation 4 y Steam Digital solamente.
Género: Acción, Horror, Hack and Slash.
Calificacion: 9.0/10
¡Disfrútenlo!
