A pesar de lo difícil que fue el poder conseguir una Nintendo Switch el día de su lanzamiento, en Geeks Magazine estuvimos jugando The Legend of Zelda: Breath of the Wild, juego que salió a la venta a nivel mundial el pasado viernes 3 de marzo y que hasta el momento ha demostrado ser una experiencia mucho más que positiva.
Un nuevo mundo
Desde sus primeros momentos, Breath Of The Wild se presenta como un híbrido de su propio género, poniendo elementos de todos los Zeldas anteriores y de aquellas cosas que funcionan en otros juegos de la actual generación de consolas que están a disposición del jugador. Aunque técnicamente esta es la primera incursión de Link en un “Open World” debemos recordar que Legend Of Zelda desde su primera versión en para la Nintendo NES (juego de 1986), permitía explorar amplios territorios y tomándonos todas las libertades de elegir nuestros propios caminos, elementos que siempre han sido parte del diseño del juego.
El nuevo mundo abierto en el Breath Of The Wild es vibrante y hermoso desde sus primeros minutos, la libertad de acción con los elementos a tu disposición se intensifica con todo aquello que te rodea, la recolección de comida de arboles y praderas, cazar lo que te encuentres, usar ramas de arboles como armas hasta que podamos obtener mejores de nuestros enemigos, le dan un inmediato sentimiento de “survival» que ningún juego de Zelda había tenido antes.
Los detalles son la característica principal del juego y cada rincón nos invita a perdernos en este mundo y a explorarlo por completo. Los tamaños de los clásicos «Dungeons» o mazmorras, han sido reducidos, favoreciendo más la idea de tener pequeños santuarios que podemos encontrar por todas partes, eso si, llenos de acertijos como los juegos predecesores, pero que te devuelven rápidamente al mundo exterior en la búsqueda del siguiente lugar.
Modernizando el concepto.
Atrás han quedado los corazones que salían de tus enemigos cuando los derrotamos para llenar tu salud, ahora esto lo logramos con comida, ya sea aquello que puedes cocinar con las manzanas y hongos que rondan por doquier o con lo que pescaste y cazaste en el camino. Asaltar campamentos enemigos es otra forma de conseguir carne, cocinada y por ello mucho más poderosa como curativo. la variedad y diversidad entre todos estos elementos se siente en cada elección. Los mapas y compases han dejado de existir en esta entrega, optando por una moderna forma de obtener información sobre lugares con un sistema de localización más moderno, utilizando descargas de información a tu tablet gracias a las torres localizadas por todo el Hyrule.
Las armas y el atuendo es algo que no se quedan atrás en este nuevo Zelda, implementando ligeramente elementos de RPG’s, podemos encontrar diversos atuendos, pantalones y camisas con factores distintos de defensa y utilidad, así como también armas que van desde la misma rama de un árbol hasta el mazo que le acabaste de quitar a uno de tus atacantes. Más adelante en el juego, durante un asalto a un campamento enemigos descubres una espada por primera vez y es allí donde puedes comparar a fondo la durabilidad en las arma, un elemento que ahora hace parte ahora del factor de supervivencia y estrategia en el Breath Of The Wild.
Jugabilidad de primera
El nuevo control/consola de la Nintendo Switch funciona muy bien y aunque la elección inicial de botones para las acciones es algo inusual, es posible acostumbrarse rápidamente a ellas y al combate típico de la saga, algo que sigue brillando por su sencillez. La musica es pertinente a cada situacion y esta muy bien ambientada y pensada para acompañarte en el viaje.
En sus primeras horas Breath Of The Wild muestra ser increíblemente prometedor, una adquisición completamente recomendada para aquellos con una Switch o un Wii Ü. Por ahora, nosotros seguiremos disfrutando de él para traerles luego un análisis más a profundidad de este juego que posee toda la magia a la que siempre nos tuvo acostumbrados Nintendo.
¡Gracias por leer!