Ya ha pasado el jueves 15 de diciembre de 2016 y por fin se estrenó Rogue One, la entrada de Star Wars para este fin de año con la que los de Disney y Lucas Arts sacian nuestra ansia en espera por el siguiente episodio de la saga y para todo aquel que conoce un poco de la saga debe saber que esta entrada se ubica antes del Episodio IV (Una Nueva Esperanza), la primera película de la saga estrenada en 1977, así que si te has visto esta, ya sabes cuál es el resultado de la película: los rebeldes obtienen los planos de la Estrella de la Muerte y son perseguidos por Darth Vader, gracias a esto Luke Skywalker, Han Solo, Obi-Wan Kenobi y Leia Organa se conocen, Luke finalmente cumple su misión y destruye la gigantesca estación espacial (¡That’s NO Moon!) y al final todos reciben su condecoración (menos Chewbacca).
Esta en si ha sido la premisa de la película desde que fue anunciada, sin embargo y como toda buena historia lo importante no es el resultado final si no muchas veces el camino hacia él. Si no te has visto Rogue One es nuestra obligación decirte que es el momento de interrumpir la lectura e ir a verla, vale la pena.
Rogue One: Una Historia Íntima
Después del Episodio VII, película que usó todos los recursos de nostalgia para su argumento y aspecto visual, Rogue One nos presenta otro tipo de historia, del tipo que te hace pensar que en realidad la gente que tiene en manos ahora el universo va a tratar la saga adecuadamente, pues más allá de espectaculares secuencias de batalla y impresionantes monstruos generados por computador, este relato empieza y termina por sus personajes.
La historia comienza alrededor de la creación de a Estrella de la Muerte y las personas que estuvieron envueltas en ella, entra en el origen de todo Galen Erso (interpretado por Mads Mikkelsen) un científico del imperio que junto a Orson Krennic (interpretado por Ben Mendelsohn) iniciaron el proyecto de esta arma de destrucción masiva y es claro que Galen se horroriza de su propia creación y huye con su esposa Lyra Erso (interpretada por Valene Kane) e hija Jyn Erso (Felicity Jones) para esconderse del imperio y evitar terminar el arma.
Como es de esperarse las cosas fallan y el imperio obliga Galen a regresar y completar el arma, causando la muerte de Lyra y que Jyn quede al cuidado temporal de Saw Gerrera (Forest Whitaker), a esta altura de la película las actuaciones empiezan a brillar, con su corto tiempo en pantalla Lyra Erso brilla como una mujer valiente e inteligente dispuesta a pelear con todo por su familia. El Director Orson Krennic los conoce de buen tiempo atrás según se puede inferir por sus recuerdos, pero su ambición está por encima de todo y queda claramente establecido que traicionará a su viejo amigo por sus aspiraciones. Galen es un hombre atrapado por su propio genio, es el dilema clásico del científico sufriendo la culpa de su propia creación, buscando esperanza en su familia que su vuelve el ultimo bastión para mantenerse peleando hasta el final, creando secretamente en la Estrella de la Muerte una falla fatal, cuyo diseño jamas había sido explicado antes y podía ser hasta cómico, pero que ahora tiene un más profundo significado.
Con esta antesala de historia somos introducidos a otro grupo de personajes, una Jyn Erso adulta que fue criada hasta los 15 años por Saw Gerrera, quien decidió alejarla ya que dentro de su grupo de rebeldes militantes empezaron fuertes rumores sobre la identidad de la niña, por lo que ella sufre claramente de problemas de abandono lo que ha creado su personalidad rebelde y escéptica ante las personas y su apatía por el mundo. Felicity Jones hace un trabajo excelente con Jyn, la evolución de los personajes es corta en su arco pero a pesar de ello está bien fundamentada, ya que su motivación no es servir a la Alianza Rebelde, es completar la voluntad de su padre de ver la estrella destruida, de dar una oportunidad a aquellos que trabajan para destruirla y de redimir la imagen de su padre, asumido como un imperial descorazonado que le dio semejante arma a los opresores.
Se cruza en el camino de Jyn el capitán Cassian Andor (Diego Luna) en una magistral interpretación. Este rápidamente es establecido como una cara amigable que esconde un pasado oscuro en el que no tenemos mucho tiempo para profundizar, sin embargo su personaje es claramente definido como un asesino (especialmente cuando es ordenado matar a Galen) y un espía de aquellos que hace el trabajo sucio de los rebeldes, pero que está tocando el punto de cuestionarse todo aquello que hace y ha hecho por la Alianza Rebelde. La Estrella de la Muerte atemoriza a los altos miembros de la Alianza, quienes ya están listos para rendirse y desbandarse, pero la motivación de validar su existencia y su decisiones en vida hacen que Andor decida ir con Jyn y otros más en aquello que saben probablemente será una misión suicida.
Aunque los anteriores son los protagonistas de Rogue One, los personajes secundarios están bien presentados y los escritores logran ponernos a inferir y extrapolar historias de ellos, de manera que nos importen y no solo sean otros rebeldes sin rostro listos para morir por el imperio y mover la historia. Un claro ejemplo de ellos es Chirrut Îmwe (Donnie Yen) un guerrero místico, quien ha perdido la vista y es guardián de un antiguo templo Jedi, creyente en La Fuerza y quien cuenta con un sentido del humor tan agudo como su oído y demás sentidos aumentados; le acompaña su amigo Baze Malbus (Jiang Wen) con su inolvidable ametralladora láser y aunque Chirrut nos presenta el ancla de La Fuerza a la mitología de la película, lo que realmente brilla es la relación de amistad con Baze, quien escéptico a los misterios de algo sobrenatural como La Fuerza está allí siempre dispuesto a defender y respaldar a su alocado amigo.
Otro par de personajes notables son K-2SO (interpretado por Alan Tudyk), el nuevo miembro del grupo de robots memorables del universo de Star Wars y que será recordado por sus interesantes líneas y el humor negro que logra que las risas resuenen en la sala de cine y finalmente Bodhi Rook (Riz Ahmed), un piloto imperial desertor que se encarga de llevar inteligencia de Galen a la Alianza Rebelde, con un arco personal evolutivo que va de ganarse la confianza de sus compañeros a resultar fundamental en la obtención de los planos de la Estrella de la Muerte.
Por supuesto no se podía desaprovechar la entrada para exhibir a Darth Vader, uno de los villanos favorito de todos los tiempos, quien en Rogue One solo interviene durante un par de ocasiones, absolutamente memorables y mostrándolo como una fuerza de la naturaleza capaz de arrasar todo a su paso. Su contraparte en el Imperio, el Director Krennic hace un villano perfecto, humano como nuestros héroes, definido en sus victorias y fracasos por quien es, siendo una deliciosa ironía que no queda sin notarse al ser víctima de su propia invención, tanto por lo que le hizo a la familia Erso como por su participación en la construcción de la Estrella de la Muerte en sí, aunque queda el sinsabor de que hubiera sido opacado por el Grand Moff Tarkin que a pesar de ser un personaje realizado en CGI, hacía sentir su presencia como comandante. Lo que sí es indudable, es que la competencia entre ellos dos fue parte de la motivación que ocasionó todo lo que sucedió en esta película y en el subsecuente Episodio IV.
En si, el desarrollo de personajes en tan corto tiempo es impecable y es de resaltar la hermosa escena en la playa al final de la película donde Jyn encuentra en Cassian alguien que no la abandonó y siempre estuvo allí para ella desde que la conoció. A su vez, esté encuentra en Jyn y en su misión el perdón de ella y de sí mismo por todo lo que ha hecho, en una escena de redención para ambos que se lleva los aplausos para Diego Luna y Felicity Jones por su interpretación.
Mas allá del fuerte componente de sus personajes, la película no decepciona en las secuencias de acción, tanto en los combates cuerpo a cuerpo e intercambio de pistolas láser, como en las batallas con las naves, ya que estas complementan y hacen parte fundamental de la historia, haciéndola sentir como parte del universo Star Wars, con una muy original y física confrontación de naves que te deja el sabor de que esta gente sabe más que poner Estrellas de la Muerte para destruirlas como siempre y aunque su presencia en la película fue un toque genial, sin quitarle el impacto de la destrucción de Alderaan en Episodio IV (su más claro e impactante momento), la Estación Espacial es usada dos veces para destruir ciudades, en ataques a menor escala, en un par de escenas de las visualmente más hermosas de la película.
La película está repleta de easter eggs y pequeños detalles que nos tendrán a los mas fanáticos viéndola de nuevo una y otra vez, encontrando los miles de elementos visuales que la conectan con otras entregas y los cameos de personajes de las series animadas de la saga, (Clone Wars y Rebels), por lo que el universo de Star Wars nunca lució mas vívido e interconectado entre si.
No todo es perfecto, mi única queja en si es, que me quedé esperando escenas de los tráilers que finalmente no vieron la luz en la película, el definitivo “I Rebel” que le dice Jyn Erso a Mon Mothma que nos hacía sentir su espíritu libre y en especial el espectacular momento donde Jyn se enfrentaba a un TIE Fighter con solo un blaster en la mano, escena casi icónica para mi en el feeling de la historia y que fácilmente hubiera haber sido incluida y espero que esté en la versión extendida en Bluray.
Rogue One se convierte ahora en la telonera de las historias que se pueden mostrar con el universo de Star Wars, ricas, divertidas y con personajes memorables, por lo que si este es el camino que tomarán las películas de ahora en adelante, La Fuera estará con nosotros.
Nombre: Star Wars: A Rogue One Story
Género: Ciencia Ficción
Director: Gareth Edwards
Escritores: Chris Weitz, Tony Gilroy
Protagonistas: Felicity Jones, Diego Luna, Alan Tudyk, Donnie Yen, Wen Jiang, Ben Mendelsohn, Forest Whitaker, Riz Ahmed, Mads Mikkelsen.
Calificación : 9/10
¡Gracias por leer!
Alvaro Ortiz
@liongaming683