Extraño aquellos tiempos en los que íbamos a la sala de cine a sorprendernos con la historia que quienes hicieron la película nos querían contar. Ahora, a menos que la película o la serie no sea muy conocida, uno ya llega sabiendo más de lo que debería y con eso se pierde la emoción, ya no hay expectativa. Es por eso que ya no veo tráilers: porque se perdió el arte de decir poco y se está mostrando todo.
Los tráilers ya no son expectativas de la historia, son adelantos de lo que sucede en la historia.
El que los tráilers ya no sean como antes tiene que ver con que hay un cambio en todo el medio. No solo hay un cambio en los contenidos, gracias a plataformas como Netflix. Esto lleva a que hay un cambio en la distribución y en la comunicación que genera que haya un cambio en el espectador. Todo se resume en la mayoría de la gente lo quiere todo y lo quiere ya. Y como lo quiere ya, el tráiler ya no está hecho para intrigar, está hecho para mostrar. Esta es una opinión personal, pero quiero dar tres razones desde mi punto de vista de por qué los trailers funcionan cómo funcionan ahora.
Los diferentes canales de promoción cuando todo es marketing
Antes el trailer era uno, máximo dos. Ahora vivimos en un universo de tráilers y teasers. Esto se debe a que ya las películas no se promocionan solo en la sala de cine y el televisor, sino que Internet ha creado un sin número de redes sociales y espacios en los que las películas deben estar presentes. Los tráilers y teasers ya no son para encantar a las personas con una intriga de qué pasará, sino elementos de relaciones públicas para que la gente vea la película sea buena o mala: hay que verla porque está de moda. Esto al final de cuentas es taquilla.
Ejemplo: Captain America: Civil War. En lo que pude investigar, advirtiendo que no vi ningún trailer así que pueden mostrar lo mismo (bueno, el título dice que ya no veo nada), hay dos tráilers, un tráiler internacional y un spot de televisión. Es imposible tener tantos tráilers sin mostrar algo de lo que importa en una historia. A eso hay que sumarle las imágenes, gifs y posters que están mostrando más y más, o más de lo mismo.
La globalización en una era de conexión 24/7
Con la creación de tráilers y spots de televisión regionales, en los que aparecen 2 o 5 segundos más de historia, se está contando más. El asunto es que ya no existe lo de ‘lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas’, ahora la globalización hace que todos nos enteremos de todo. Recuerdo que para Crimson Peak (La Cumbre Escarlata) de Guillermo del Toro, lo primero que apareció en redes no fue un tráiler original: ¡fue un tráiler que mostraron en un festival, en una presentación privada y que un fan grabó y subió en redes!
La información nos inunda y como nos encontramos en la moda en la que si no se sabe lo que sucede estamos mal, es muy fácil encontrar estos tráilers en todo lado y que lo que es regional no se quede en las regiones. Esto sucede en especial con todo lo que tiene que ver con las películas comerciales en el mercado japonés, para el que se crea un contenido diferente siempre pero que termina trascendiendo en la red.
El efecto spoiler en los tráilers y el asunto de contarlo todo
Este para mí, es el peor de los problemas, porque es un problema narrativo. Los tráilers ahora parecen hechos para contarlo todo y los hacen mostrando todo. Para ilustrar esto hablaré de dos películas y cómo una lo hace muy mal y otra muy bien: The Avengers: Age of Ultron y Star Wars: The Force Awakens. Para Avengers, basta con ver el canal de Marvel en YouTube y uno se puede dar cuenta del número de tráilers y teasers, que si uno pone en orden puede entrever la película. Hubo tanta publicidad para Ultron que se sabían demasiadas cosas antes de llegar y no se generaban preguntas, sino que lo que la gente quería era solo ver.
En cambio Star Wars en su primer trailer decía tan poco, eran solo imágenes que no era posible conectar lo que sucedía en la película. Sí, aparecían los personajes esperados, más los nuevos pero sin entender cuál era su rol -de entrada me costó mucho entender quién era el Sith y como no vi más tráilers nunca supe bien quien era hasta llegar a la sala- pero además la persona que lo veía se preguntaba algo: ¿dónde está Luke Skywalker? Lo cual todos sabemos a esta altura, es el drama central de la película. Al final, la gente no solo quería ver, quería saber. Y por querer saber es que voy a cine.
Claro, es decisión de uno. Es uno el que decide ver los 853925 tráilers, teasers, spots e imágenes que están en la red. Es uno como espectador el que decide si lee o no los análisis, si sigue o no a todos los estudios y películas en redes. Claro, también conozco personas a las que no les importa enterarse de todo y aún así van al teatro, pero el elemento sorpresa es el que se ha perdido y yo todavía soy de las que le gusta ir a cine a sorprenderse con las historias.
Llevo un buen tiempo sin ver tráilers y siento que todo va bien, en general veo solo el primero, que es más un teaser y paro. Amo ir a cine con la expectativa de no saber qué voy a ver y creo que esa es la esencia del audiovisual: llegar si saber nada pero salir sabiéndolo todo, o bueno, casi todo.
Gracias por leer.
@Photosynthetica