Durante mucho tiempo me había preguntado qué marcaba el fin de la era dorada de los cómics y daba inicio a la era de plata del llamado «octavo arte» y si bien en Internet hay mucha información sobre el tema, fue ahora que estoy haciendo el curso The Rise of the Superheroes and their impact in Pop Culture (El crecimiento de los Súper Héroes y su impacto en la cultura pop), fue que de la mano de Stan Lee, editor en jefe de Marvel Comics, fue que entendí lo que marcó el fin de una era y el principio de otra: la Comics Code Authority.
Llegar a esta explicación requiere un poco de historia, ya que no es un tema tan sencillo. Los cómics tuvieron su auge luego de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), los Estados Unidos entraron en una depresión, no solo económica, si no anímica, ya que a pesar de que se combatió en suelo Europeo, fueron muchos los norteamericanos que fallecieron en la guerra y fueron también muchos los recursos que usaron para poder ganarla. Esto llevó a crear personajes fantásticos que entretuvieran de cierta forma a las masas, hablándoles de esperanza, de superación e invitándolos de cierta forma a convertirse en héroes también. De esta época tenemos personajes como Doc Savage o The Shadow.
Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el país se sumió en una nueva depresión, pero las casas editoras de revistas sabían que los cómics eran una forma de darle ánimo al público, por lo que decidieron darle cierto énfasis a la producción de este tipo de impresos -sí, no existían casas editoriales de cómics, era tan solo una unidad de negocio más-, pero ya no bastaban las historias de espías, vaqueros o gángsters para lograr sacar al país de la depresión, era necesario algo más y ahí fue cuando nació el primer gran Súper Héroe: Superman.
Creado por Jerry Siegel y Joe Shuster, dos jóvenes inmigrantes que se conocieron en un pequeño pueblo de Ohio, Superman fue el primer personaje con poderes con los que nosotros los simples mortales apenas podemos soñar tener y como un vivo ejemplo de propaganda norteamericana, su traje llevaba los mismos colores de la bandera de los Estados Unidos.
Como una nota aparte, Superman a pesar de ser un patriota consumado, no pudo asistir como soldado a la Segunda Guerra Mundial, ya que el día de su examen físico se encontraba tan emocionado por servir a su país, que no se dio cuenta que gracias a su visión de Rayos X leyó el cartel con letras que estaba en el cuarto de al lado y no pudo ser admitido porque presentaba problemas de visión. Esto para evitar que Superman fuera a pelear al frente y pudiera derrotar fácilmente a los Nazis en el papel, cosa que difícilmente podía hacerse en la realidad y evitar así dar falsas esperanzas a los lectores.
Después de Superman surgieron muchos otros personajes, entre ellos Batman, The Flash, Wonder Woman, Green Lantern (por mencionar algunos de DC Cómics) y por el lado de Marvel Cómics tuvimos obviamente al Captain America, Namor The Sub-Mariner, el primer Human-Torch, entre muchísimos otros. Esta época, de la mano de Stan Lee, Jack Kirby y muchos otros artistas, dibujantes, escritores, entintadores y letristas, fue la que se llamó la Época Dorada del Cómic.
Finalmente, Estados Unidos ayudó a ganar la guerra a los aliados y el mundo entró en una época de tensa calma post-guerra en la que los héroes de los cómics podían dedicarse a problemas diferentes a los ya tradicionales y fue ahí cuando comenzaron las invasiones extraterrestres en sus historias y se popularizaron las historias de terror en los cómics protagonizadas por momias, vampiros y hombres lobos.
Al no estar en guerra y luego de salir de la depresión económica, los Estados Unidos prosperaron como sociedad y en ella, cualquier persona que deseara trabajar fuertemente, podía sostener un estilo de vida acomodado y tranquilo, lo que llevó a las nuevas generaciones a querer volcarse contra el sistema y buscar cualquier manera para escapar del aburrimiento de una sociedad sin sobresaltos, lo que ocasionó un incremento en la delincuencia juvenil. Esta razón, la primera que marca el fin de la Era Dorada de los cómics, la retomaremos más adelante.
El primer gran villano de carne y hueso:
La segunda razón, fue un discurso dado por el senador por el estado de Winsconsin, que en el año de 1950 sembró el terror dentro del público norteamericano por todo lo que tuviera que ver con el comunismo. Prácticamente, su discurso disparó una enorme paranoia dentro de la sociedad, temiendo incluso que actos que se hubieran realizado muchos años atrás, pudieran ser considerados como comunistas y dentro de todo esto, cayeron algunos de nuestros Súper Héroes, porque sin importar si se trataba de Superman o el mismo Captain America, cualquiera podría resultar siendo un espía comunista, por esta razón, se comenzaron a publicar historias sencillas con personajes de caricatura, todo con el ánimo de no despertar ningún tipo de sospecha de alianza con los rusos.
Ahora sí, retomando lo que ya había mencionado sobre la delincuencia juvenil y debido a imágenes como esta anterior de Crime SuspenStories (un hombre con una cabeza degollada), nos llevan a la segunda razón por la que terminó la Era Dorada de los Cómics y esto se debe a este simpático sujeto:
El Doctor Wertham, un psiquiatra de origen alemán y quien tenía cierto reconocimiento en los Estados Unidos como una persona estudiosa y analítica de la sociedad, citado incluso por Stan Lee como una de las personas a quien leía para poder darle un perfil psicológico a sus personajes, decidió un buen día, basado en encuestas muy simples, que la rebeldía de la juventud y el crecimiento en la delincuencia entre los jóvenes se debía a la lectura de los cómics. Las encuestas eran realizadas en centros de reclusión para delincuentes menores de edad, donde les preguntaban ¿Ustedes leen cómics? a lo que el 100% respondía que sí.
Obviamente nunca se le preguntó lo mismo a los jóvenes que eran considerados de bien, por lo que pasó a ser determinante y concluyente en su investigación, que eran estas lecturas las que tenían enferma a la sociedad.
«Creo que Hitler eran un principiante, si lo comparamos con la industria de las tiras cómicas»
Fredric Wertham M.D. – 1954
Esta famosa, pero también infame frase, fue pronunciada por Wertham en una audiencia realizada por el Subcomité para la Investigación de la Delincuencia Juvenil, exponiendo las investigaciones plasmadas en su último libro al que llamó La Seducción de los Inocentes: la influencia de los libros de cómics en la juventud actual y en la que una de las pruebas de su teoría era la portada de la mujer descabezada.
En el libro, Wertham en ningún momento avaló lo que habían significado Súper Héroes como Superman o el Captain America para la sociedad norteamericana. Tampoco recordó cómo estos personajes habían ayudado a subir el ánimo de los soldados en combate y de quienes estaban en casa esperando con paciencia a sus seres queridos, pero si tomó los arquetipos y las historias de cada uno de estos personajes y los mostró de forma retorcida.
Sobre Superman:
«…Actualmente, Superman (con su gran S en su uniforme, que debemos, supongo, estar agradecidos de que no es una S.S.), tiene una necesidad sin descanso de nuevos sub-hombres, criminales y ‘gente de apariencia extranjera’, no solo para justificar su existencia, sino para hacerla posible…»
Sobre Batman y Robin:
«…Ellos son Bruce Wayne y ‘Dick’ Grayson. Bruce Wayne es descrito como de alta sociedad y su relación oficial es que Dick es el protegido de Bruce. Viven en una casa muy suntuosa, con hermosas flores en jarrones muy grandes y tienen un mayordomo, Alfred… Es como un sueño hecho realidad para dos homosexuales que viven juntos…»
Y hay más ejemplos sobre Wonder Woman, Black Cat y otras mujeres del universo de los cómics que prefiero no reproducir aquí.
Esto, sumado entonces al terror anti-comunista y a la floreciente homofobia que se dio en esa época en los Estados Unidos, llevó a la creación en 1954 de la Comics Code Authority, una entidad encargada de revisar, regular y censurar los contenidos de los cómics, prohibiendo principalmente cualquier contenido sangriento, la violencia explícita, las historias criminales, las historias de horror y cualquier imagen o texto que tuviera alguna inclinación sexual; esto, traducido, eliminó cualquier tipo de representación gráfica de vampiros, hombres lobo, monstruos necrófagos y zombies. Así mismo las palabras Horror o Terror no podían ser utilizadas en los títulos y ya se imaginarán ustedes lo que prohibían respecto a las «relaciones sexuales ilícitas«.
Este código se implantó porque se argumentaba que estos contenidos podían ser perjudiciales para la juventud, ya que estimulaban sus «emociones más bajas«.
Fue así como con la Comics Code Authority se le dio fin a la Era Dorada de los Cómics, lo que llevó a los escritores, dibujantes y editores a utilizar toda su creatividad para poder sortear las prohibiciones y restricciones a las que se veían limitados. Esto no fue del todo tan malo, porque el fin de la Era Dorada dio inicio a la Era Plateada de los Cómics, en la que vimos el renacer de personajes como The Flash, Green Lantern, The Atom y la creación de La Liga de la Justicia (por mencionar algunos de DC) y la creación de grandes héroes de los cómics como Spider-Man, The Fantastic Four e incluso los X-Men. Pero de la Era Plateada de los Cómics hablaremos en otro post.
Obviamente, este tipo de prohibición ocasionó el nacimiento de muchas empresas clandestinas dedicadas a la publicación de este tipo de historias, teniendo cierto éxito económico en ventas, pero que tenían un grave problema de distribución al no tener el logo de la CCA.
A través de los años, el código fue reescribiéndose para adaptarse a los cambios de la sociedad, siendo el más importante el que se le dio en 1971, básicamente para adaptarse las historias que se veían en ese momento en el cine y la televisión, logrando acepciones a la regla como por ejemplo en el caso de mostrar alguna actividad criminal, cosa que podía hacerse mientras que hiciese «de manera excepcional y en el que el culpable terminase siendo castigado por sus actos«.
Fueron pasando los años y la Comics Code Authority perduró en el tiempo, siendo al principio una entidad con mucho respeto, fue perdiendo autoridad y cada vez menos casas productoras de cómics cumplían con sus reglas para la publicación de sus historias. Es famosa la vez que debido al incremento del uso de drogas en los jóvenes y con el fin de mandarles un mensaje positivo advirtiéndoles sobre el abuso, el mismo Stan Lee decidió publicar una historia donde Norman Osborn (The Green Goblin), enemigo acérrimo de Spider-Man, tenía un episodio de abuso de las drogas que le daban sus poderes. Ante esto y viendo el tipo de mensaje que se quería transmitir, todos se hicieron los de la vista gorda y el cómic salió impreso tal cual se pensó, con una más que obvia violación al código.
Ya en la década del 2000 (sí, increíblemente el Comics Code Authority logró estar vigente durante más de 50 años), eran pocas las casas de cómics que seguían publicando bajo su normatividad. Marvel renunció definitivamente a él en el 2001 y adoptando su propio rating según el contenido y la edad apropiada para el lector. Bongo Comics (quienes publican los cómics de The Simpsons) lo abandonó en el 2010 sin hacer ningún tipo de anuncio. Un año después DC Comics decidió que no iba a continuar siendo legislado por él y adoptó un sistema de calificación similar al de Marvel y finalmente, un día después del anuncio de DC, Archie Comics, el último en poner en sus portadas el logo del CCA decidió dejar de hacerlo también.
Actualmente, la única organización encargada de regular el contenido de los cómics es la Comic Book Legal Defense Fund, pero esta se encarga, desde 1986, de velar por la propiedad intelectual y el derecho a la primera enmienda de la constitución norteamericana, protegiendo a los artistas del cómic, empresas que los publican y a los distribuidores.
Si señores, esta es, más o menos, la historia de cómo un ente regulador de los cómics, casi ocasiona que desaparecieran por completo del mercado norteamericano y obviamente, de haber sido así, de terminar con una industria que es movida e impulsada por las grandes casas productoras de los Estados Unidos (a excepción del Manga, que ese es un tema que nos da para un post completo).
¿Conocían algo de esta historia? ¿Sabían algo sobre la Comics Code Authority? ¿Qué piensan de la regulación de los cómics? ¿Deberían implementarse medidas así de nuevo?
¡Gracias por leer y quedamos pendientes para un post sobre la Era Plateada de los cómics!
@alejoserrano