Batman: Bad Blood inicia cuando Bruce Wayne desaparece por semanas y los criminales, creyendo a Batman muerto, empiezan a desbordar al Jefe Gordon. Nightwing debe «cubrir» lo mejor que pueda al hombre murciélago con la ayuda de Alfred, Lucius Fox y Damian. Para completar, una poderosa nueva organización criminal amenaza con controlar al mundo, así tenga que destruir a Ciudad Gótica para lograrlo. Para enfrentarla, Dick Grayson debe decidir pronto si puede confiar en la formidable Batwoman (última en ver con vida a Batman), o tratarla como a una peligrosa enemiga.
Esta vez «Batman: Bad Blood (2016)» nos trae la continuación de «Batman vs. Robin (2015)» (ambas dirigidas por el genial Jay Oliva), en la que Damian se marchó a un monasterio en el Tíbet para tratar de reconciliar su doble condición de heredero del asesino Ra’s al Ghul y de hijo de Bruce Wayne/Batman. La política de este último de «Justicia, no venganza» y de no usar armas de fuego como la que mató a sus padres no son fáciles de seguir, especialmente para Batwoman. Este nuevo personaje en el universo de películas animadas de Warner/DC Entertainment es secretamente Katherine Kane y no debe ser confundido con Batgirl, quien es Bárbara Gordon (sí, la hija adolescente del jefe de policía James Gordon). Esta película también nos muestra por primera vez a un Batman negro llamado Batwing, que se integra al grupo de Grayson para encontrar a Bruce Wayne.
Las escenas de acción y la animación son tan buenas como los demás filmes de Jay Oliva en esta excelente colaboración entre DC Comics y Warner Animation, que cada vez incorpora mejor las técnicas y elementos del anime, pero tal vez lo mejor sea la mirada a la psicología de cada personaje, a sus traumas y motivaciones. A diferencia de otras cintas de DC/Warner que están basadas en una sola novela gráfica con una historia fuerte y coherente, ésta se basó en varios cómics escritos por Grant Morrison, incluyendo las series de «Batman and Robin» y «Batman Incorporated«, en los que el protagonista explora la posibilidad de dejar de ser un héroe solitario y trabajar en conjunto con «franquiciantes» como Batwoman y Batwing. Queda un poco la sensación de que trataron de abarcar demasiado y no desarrollaron completamente los nuevos personajes, pero igual el resultado es muy bueno y garantiza una hora bien entretenida.
Curiosamente, el filme se basa en cómics publicados después de la iniciativa de Los Nuevos 52 (donde los personajes cambiaron de apariencia y hasta de origen), pero este Batman de la película luce como el clásico, debido a que no es Bruce Wayne con su moderno traje gris/negro sino Dick Grayson con uno viejo que encontró en la baticueva, más similar al que usaba en TV Adam West.
En todo caso, es bien entretenido acompañar a los personajes preguntándose «en esta situación, ¿qué haría Batman?«.
@ApoloDuvalis